Montenegro de Norte a Sur: Budva y Sveti Stefan
- Alfredo Moya
- 23 sept 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 17 ene 2022
Situado en la región de los Balcanes y rodeado por Albania, Bosnia & Hercegovina, Croacia y Serbia, es el país más pequeño de la región. Con casi medio millón de habitantes, este país de la costa adriática esconde muchas sorpresas en su interior.
Sin nada que envidiar a su famosamente conocido vecino, Croacia, alberga en su interior una variedad de paisajes, ciudades, pueblos y rutas que recorrer que no dejan indiferente al viajero, sea cuál sea su motivación de viaje.
Llegar hasta Montenegro es complicado si lo quieres hacer en avión, apenas hay vuelos directos desde España, desde Barcelona los hay a Podgorica, así que la mejor opción es o bien hacer escala o volar a Dubrovnik (Croacia) y alquilar un coche.
En mi caso, decidí hacer una ruta de 10 días en coche por la región de los Balcanes, visitando Macedonia, Kosovo, Albania y Montenegro, volando desde Barcelona a Skopje, Macedonia del Norte, con WizzAir por 20€ por trayecto.
Nuestra llegada a Montenegro fue por el paso fronterizo de Morine, frontera con Albania. Ese día, pusimos rumbo a Budva, unas de las ciudades más populares del país.
1ª parada: BUDVA
Budva es una ciudad costera y probablemente una de las más populares en lo que concierne al turismo, sobre todo el de lujo. Con muchos hoteles y resorts de lujo a pie de playa pero con un casco antiguo de estilo veneciano, tiene una esencia especial.
Perderse por su centro histórico resulta agradable, puedes encontrar muchas tiendas de artículos artesanales así como restaurantes. Una de las mejores zonas del casco antiguo es la zona de la iglesia; es justo allí dónde hay un balcón al mar desde el cuál contemplar el amanecer o la puesta del sol resulta muy bonito. Justo al lado de esa plaza, hay una espécie de puerta en la muralla que te lleva directamente a una terraza a pie de playa, algo secreto que pocos conocer y vale mucho la pena!
A nivel de alojamiento, los hoteles son algo caros porque son de 4 y 5 estrellas mayoritariamente, os recomiendo echarle un vistazo a Airbnb o bien a pequeñas pensiones dónde pagaras 20€/noche como máximo. Dónde me hospedé? Aquí!
¿Dónde comer? Personalmente, os recomendaría que fuérais al Kuzina, un restaurante típico dónde podrás probar lo más típico de su cultura gastronómica, que ya os avanzo que la carne ocupa el primer puesto.
Otra recomendación, esta vez para brunchear o para desayunar, es el Garden Café, un bar más internacional dónde preparan unos desayunos de escándalo con raciones que WOW, prometo que te vas a quedar bien lleno
Y finalmente, si vuestra idea es la de comer pescado y marisco a un precio moderado (y más barato que en España) mi favorito es el Jadran, situado literamente en la playa, ideal para ir después de un relajante baño en la costa Adriática.
2ª parada: Isla de Sveti Stefan
Situado a apenas 15 minutos en coche de Budva y dirección a la ciudad de Bar, presta atención a tu derecha porque en un abrir y cerrar de ojos ya te la has pasado de largo!
En medio del mar y comunicada por un puente de piedra que se extiende a lo largo de la playa, se encuentra una Isla muy exclusiva llamada Sveti Stefan.
Cuando Montenegro consiguió su Independencia de Serbia en 2006, el gobierno subastó la gestión de la isla y propuso su rehabilitación, adjudicandose asi el proyecto la suiza Aman Resorts&Hotels.
Este complejo turístico está formado por un gran islote y dos playas privadas que se extienden a banda y banda del resort. En su interior, se esconden un total de 58 apartamentos, habitaciones y suites de un complejo hotelero llamado Aman Sveti Stefan.
A parte del complejo hotelero, en su interior se esconden tres restaurantes, un casino y un club de fumadores.
Si viajas en temporada baja, ¡estás de suerte!, podrás entrar a visitar el complejo sin problema...
¿Viajas en temporada alta? Tienes dos opciones: 1- Pagar los 300€/noche que vale la estancia en el complejo o la 2ª: Observar el complejo desde el párking del hotel ya que la seguridad del complejo es muy estricta con quien entra al recinto.
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