Malas vibraciones por Albania
- Alfredo Moya
- 20 mar 2020
- 5 Min. de lectura
Toda historia tiene un final feliz pero siempre hay capítulos en los que las cosas salen mal, este capítulo ocurre en Albania, país que por desgracia ya van tres intentos de darle la vuelta a la sartén pero no consigo sacarle ningún buen recuerdo.
Mi primer intento: Enero 2020:

Fuí de viaje con dos amigos de la Universidad a Skopje, Macedonia. Durante nuestro viaje, decidimos alquilar un coche para ir a visitar la República de Kosovo y descubrir un poco acerca de este nuevo país. Su capital, Pristina o Prishtina, no nos sorprendió demasiado y decidimos darle un poco de emoción al día y pensamos que en Albania nos esperaría algo mejor. Nos sentamos en un café y con Google Maps, encontramos una ciudad con un lago que parecía bonita y no estaba muy lejos en coche, así que nos montamos y pusimos rumbo a ella.
Llegamos a Morinë, ciudad dónde se encuentra el paso fronterizo entre Kosovo y Albania, dos agentes de policía nos recibieron para el control de pasaportes y estuvimos charlando todos durante 10 minutos, fué bastante divertido ya que hablaban algo de español y se sorprendieron de que quisieramos visitar su país. Una vez el pasaporte sellado y toda la documentación chequeada, abrieron la barrera y seguimos nuestra ruta hacia Kukës: Nos perdimos.
Al cabo de mucho rato, conseguimos retomar nuestra ruta y llegamos a un especie de pueblo medio abandonado, sin gente en sus calles, sin luces y con coches a toda velocidad, todo ellos Mercedes. Ante tal situación, fuimos directos a un Bar/Restaurante a pie de carretera. Entrar en ese restaurante fué algo chocante, toda la gente de su interior se giró hacia nosotros: Hay turistas, hay turistas!, la gente flipaba. Nos sentamos en una mesa e intentamos pedir 3 cervezas, intentamos hablar Inglés, Francés, Castellano, Italiano, Rumano e incluso probé las pocas palabras que conozco en turco pero aún se enfadaron más. Un chico que hablaba inglés se ofreció como traductor y nos consiguió las cervezas.
Nuestra "velada" pronto se vió interrumpida por dos parejas albaneses de mediana edad que estuvieron todo el rato haciéndonos malos gestos hacia nosotros, concretamente uno de los hombres hacia una de nuestras amigas, ante tal situación decidimos irnos porque resultaba muy desagradable estar allí.
Intentamos visitar una mezquita que estaba cerrada, intentamos andar hacia el centro pero no lo había, nos habíamos metido en la boca del lobo, vaya.
Subimos al coche y decidimos dar media vuelta hacia la segunda ciudad que habíamos anotado.
De camino a dicha ciudad, tuvimos que parar el coche, delante nuestro una comitiva de 5 o 6 BMW todoterrenos negros y dos tráilers con matricula italiana entraban en una nave a toda pastilla, cuando arrancamos, esa gente nos miraba con caras raras y nos señalaron que nos fueramos; apretamos el GAS y volver a la autopista.
Como no encontrábamos la ruta, por consenso decidimos volver a Macedonia y pudimos dar la vuelta en un callejón y parar a configurar el GPS. Durante ese tiempo y a través del retrovisor, veíamos a un coche que nos hacía luces todo el rato, al cabo de dos minutos me cansé y decidí arrancar, el coche también arrancó. Pasados dos kilómetros paramos otra vez para volver a configurar el GPS y el coche de atrás volvió a parar, todo muy surrealista...
Allí, empezamos a tener algo de miedo y mandamos todo a la mierda, apretamos el gas y directos a la frontera con Kosovo dirección Macedonia otra vez, fué llegar a la frontera y empezar a llorar de felicidad, Hahahaha!
Segundo intento: Febrero 2020

Esta segunda vez, fuimos de ruta por los balcanes con mi pareja por Macedonia, Kosovo y Montenegro. A la ida, conducimos 600km desde Skopje, Macedonia hasta Budva, Montenegro. Repetimos la ruta que habia hecho el mes pasado con mis amigos pero esta vez, ya me acordaba de la carretera. Pasamos la frontera, pasamos el callejón y la ciudad fantasma de largo y seguimos la ruta. El desconcierto de no encontrar ningún Área de Servicio y/o gasolinera abierta, decidimos no parar hasta la frontera con Montenegro.
A la vuelta de Montenegro, pusimos rumbo a Ohrid, Macedonia y debíamos cruzar Albania entera de nuevo. Esta vez, encontramos una ciudad con un lago llamada Shköder, que en las fotos parecía una buena parada, pusimos rumbo a ese pueblo y nuestra decepción fué el no encontrar nada, nos metimos en una especie de barrio gitano, dónde la gente nos miraba bastante mal por llevar un coche extranjero, gente en mula por la carretera, los niños chutando el balón de acera en acera para ver si podían darle a algún vehículo: daba bastante miedo y decidimos tirar la toalla, OTRA VEZ.
Pusimos rumbo a Tirana, la capital de Albania, con la esperanza de encontrar algo abierto y en condiciones de ser visitado, ahí llega la tercera decepción.
3r Intento: Tirana, la capital de Albania:
Las carreteras de Albania no destacan por su calidad pese a ser de pago, con suerte esta vez de encontrar gasolineras abiertas a lo largo de la ruta. Nos adentramos en Tirana con el objetivo del GPS puesto hacia el centro comercial más grande de la ciudad ya para cenar.
¿Sabéis lo que es una ciudad sin ley? ¿Sabes lo que son las normas de circulación?
Pues en Tirana no lo saben, allí predomina la ley del coche más grande o la de tener más morro que nadie.
Sus avenidas, son calles anchas sin lineas pintadas, con coches parados en medio de la avenida, gente cruzando sin semáforos, coches que se te cruzan de izquierda a derecha y viceversa a 120-140kmh en Zona 50 y sin luces, curioso la verdad, aunque reconozco que me lo pasé genial conduciendo por esa ciudad, me sentía un personaje de Grand Theft Auto 5 y poniendo a prueba mis habilidades al volante esquivando coches y adelantando.

Llegamos al Centro Comercial, un viernes a las 20:46. Aparcamos el coche, subimos a la planta de restauración con la gran sorpresa de que todos los restaurantes estaban: CERRADOS, si, CERRADOS A LAS 20:45, un viernes, McDonalds, Burguer King y KFC incluidos, tuvimos que comprar sándwiches en un supermercado. Ni en Inglaterra cierran tan pronto...
Decidimos salir por patas y rápido de Tirana para poder llegar a la frontera con Macedonia antes de medianoche por si hubiera horario de cierre, como algunas fronteras entre Croacia y Eslovenia que cierran de 00 a 06. Fueron las 2h más eternas de todo el viaje, subiendo un puerto de montaña interminable y para colmo empezó a nevar a medio camino, al final lo conseguimos.
Pasamos el control de aduanas otra vez, nos estuvieron haciendo preguntas acerca de nuestro viaje, que si llevaba artículos de contrabando o algo, me quedé con las gana de decirle que lo único que llevaba dentro eran las ganas de salir de Albania, pero decidimos ser educados y decir que todo correcto.
Comments