Bulgaria, ¿el país olvidado de la UE?
- Alfredo Moya
- 21 mar 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 27 mar 2018
Bulgaria, siete millones de habitantes, cuya capital es Sofia, su moneda es la Leva y es el 27º miembro de la Unión Europea.
Su localización? Este de Europa, bordeando con Grecia, Macedonia, Turquía, Rumanía y Serbia y dentro de la famosa región de los Balcanes.

Seguramente gracias a las aerolíneas low-cost como Ryanair e WizzAir, este pequeño país del este europeo se está empezando a abrir al turismo, aunque sin estar preparado para una gran oleada turística, como es el caso de Budapest, creo firmemente de que podrán lograr maravillas, pues creo que es un país que merece ser descubierto, es extravagante y diferente al resto de países de la Unión.
En mi caso, fueron 72 horas las que pasé en territorio búlgaro, el tener poco tiempo tiempo para ver su capital y su segunda ciudad me atormentaba, luego al final del viaje vi que eso era cierto, pues fueron las últimas 24h las que más disfruté; la satisfacción de poder cerrar Google Maps y el poderse ubicar de forma autónoma, el contacto con la gente local y el salir de fiesta por donde lo hacen los nativos, son sinónimos de "dominio de la ciudad e integración en ella"

En este caso, fuí de viaje a Bulgaria con dos amigos de mi Universidad: Carles y Andrea (unos personajes pintorescos), ambos estudiantes de turismo como yo, con la intención básica de salir de Barcelona y disfrutar un poco de un país barato de Europa del Este. Charlando con conocidos, un amigo llamado Pau me comentó en Fin de Año que iria con su pareja Clara de viaje a la capital búlgara y que me daría su valoración a posterior; al regresar todo lo que me contaron fueron cosas positivas, fue entonces cuando ya reservé los vuelos con mis amigos y pusimos rumbo al frio soviético de entonces.
Llegar a Sofía fue reconfortante y agradable, pues hacía más frío en Barcelona y me pude sacar el abrigo, todo pintaba bien hasta llegar al control de pasaportes, cuya cola interminable y depresiva nos hizo perder acerca de 40 minutos. Una vez recogidas las maletas, pusimos rumbo al centro de la ciudad, usando el Metro; debo decir que me las instalaciones me fascinaron, lo nuevas que eran, pese a que los trenes tenían un toque sutil soviético y me recordaron a los de Praga o de San Petersburgo, en Rusia.
¿Porqué el pais olvidado de Europa?
Supongo que todos juzgamos sin saber y criticar siempre le ha sido fácil al ser humano, en España hay mucho inmigración procedente de Bulgaria y Rumanía desde que ambos se convirtieron en estados miembros de la UE, dando el pistoletazo de salida con la libertad de movimiento de ciudadanos de la Unión, motivo por el cuál hay una tendencia negativa hacia dichos paises... Pese a los estereotipos y a las malas lenguas, descubrí algo totalmente diferente, desde su adhesión a la UE, Bulgaria ha dado un gran paso adelante: se ha sabido reinventar y aprovechar todo lo bueno que Europa le puede aportar, pues la mayor parte de las infraestructuras de transporte y edificios de uso público, presumen de haber sido financiadas por la Unión Europea, ya sea en forma de paneles, pegatinas o placas conmemorativas.
Si algo debo decir, es que la sociedad búlgara está orgullosa y sabe que la Unión Europea les ha abierto las puertas al cambio, a la mejora, a la evolución, a la democratización y a la expansión de Bulgaria como país. Todo esto, culmina con una reflexión que es la siguiente:
He estado en Bruselas, Paris, Berlín, Luxemburgo y en la Haya, ciudades donde hay organismos Europeos y son ciudades popularmente conocidas como europeistas, pero, NUNCA en mi vida, había visto tantas banderas europeas como en Bulgaria. Junto con la bandera del pais, Bulgaria viste de azul, tanto en edificios oficiales como gubernamentales, casas de particulares e incluso en colegios, hospitales o tiendas de ropa. Al igual que Hungría, Bulgaria va por buen camino, tiene mucho que ganar y nada que perder.

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