Budapest: 800km, 14h en el coche y una noche
- Alfredo Moya
- 7 sept 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 23 sept 2021
Como suele pasar al empezar en un nuevo trabajo, los días de vacaciones disponibles para ese año eran algo limitadas, disponía sólo de 9 días para poder evadirme el trabajo y poder viajar un poco.
En ese momento, nos juntamos cinco amigos de diferentes ciudades y diferentes países, todos unidos dispuestos a realizar un buen viaje para recordar.. y lo fue.
El 23 de Agosto, pusimos rumbo a Cluj-Napoca, ciudad en Rumanía dónde todos habíamos realizado nuestro Erasmus en 2018 a modo de reencuentro melancólico.
Fuimos llegando poco a poco, unos desde Bruselas, otros desde Barcelona, unos el 23, otros el 24, pero el 25 ya estábamos todos presentes en la capital transilvana.
Debido a la situación actual de la pandemia del COVID-19, había muchas limitaciones por lo que concierna al ocio, restauración y eventos permitidos en el país, al ser Rumanía uno de los países de Europa con mayor rechazo a la vacunación, el gobierno ha tenido que optar por medidas restrictivas para propagar el virus, así que las opciones eran algo reducidas.

LA GRAN IDEA:
Al estar todos nosotros vacunados de las dos dosis, tuvimos una idea algo descabellada, alquilar un coche y poner rumbo a Budapest, dónde la situación estaba totalmente controlada y todo funcionaba como antes del brote.
Y así fue, a las 11:00 estábamos en el Aeropuerto de Cluj recogiendo un bonito VW T-Roc con matrícula de Bucharest y pusimos rumbo a Hungría; lo que no sabíamos es que la ruta iba a ser infernal...
Salimos de Cluj al mediodía, fuimos recorriendo diferentes pueblos por carreteras y puertos de montaña impresionantes, aunque la velocidad promedio durante ciertos tramos no superaba los 30km/h... cada vez veíamos mas crudo llegar a Budapest.

Cuando por fin la carretera se liberó de tráfico y llegamos a la frontera, nos encontramos con una cola de casi 100 coches esperando para cruzar, la policía húngara no dejaba pasar ni un coche sin revisarlo de arriba a abajo, perdimos casi dos horas allí.
Después de tener ciertos problemas con la policía y que no les quedara tinta para sellar los pasaportes, nos perdimos un poco buscando un sitio dónde comprar una viñeta para Hungría y finalmente entramos en una autopista impresionante dónde le pudimos dar caña al T-Roc y recuperar el tiempo perdido!!
Eran las 19:30 y llegábamos al Hive Party Hostel de Budapest, probablemente el mejor sitio donde dormir de la ciudad. Mientras algunos se echaron la siesta, los otros subimos al roof-top a tomar unas cervezas y conocimos a gente de Alemania, Estados Unidos, Israel y de Reino Unido, estuvimos charlando, algunos tocando la guitarra y otros jugando al beer-pong.
Nos arreglamos un poco, fuimos a cenar y pusimos rumbo a la zona de bares de la ciudad con los patinetes eléctricos, básicamente nos perdimos y acabamos volviendo al punto de inicio pero valió la pena. Después de unas copas, fuimos a la discoteca Instant, una de las más grandes de toda la ciudad, dónde sólo los vacunados podían entrar, pudimos saborear el salir de fiesta hasta las 6 de la mañana como habíamos hecho hacia casi dos años por última vez, fue espectacular.
Acabamos la noche, o la madrugada, en un supermercado intentando comprar algo de desayuno y nos fuimos a la cama.
Después de cuatro horas de siesta, deambulamos un poco por la ciudad, tomamos algo cerca del Gran Mercado de Budapest a la par que uno de nosotros, aficionado a la fotografía, se volvía loco de tantas cosas nuevas que visitar.
El problema, es que nuestros vuelos de vuelta eran desde Rumanía así que... teníamos que deshacer todo el camino hecho para poder volar al día siguiente, y así lo hicimos, rotando tres conductores entre siesta y volante, salimos de Budapest a las 15h y llegamos a Cluj casi a las 23h, fuimos directo al Club Caro, nuestro pub de referencia durante el Erasmus y sin dormir, directos al Aeropuerto para una magnifica siesta en el avión de vuelta a España.
Comments